Regresemos

Sentada frente al césped, pensando si es demasiado noche para seguir escribiendo y si debo de valorar las horas de sueño, te escribo un par de versos para que regresemos.

Mientras José Luis Perales canta para que no me sienta sola y habla del amor, con una canción me dan ganas de vivir lo nuestro otra vez, de disfrutar del primer mensaje y de la emoción de lo desconocido, de planear cada salida, esperando que siempre sea inolvidable.

Regresemos a la idealización de una relación en donde tu me ibas a cuidar, en donde estaría a tu lado cada mañana construyendo un futuro a tu lado.

Regresemos a cuando pensaba que me querías y que cada beso que me dabas era una muestra de tu amor.

Quisiera que regresaramos a hacer planes juntos, que soñaramos con conocernos un día, pero ya nos conocemos y no cumplimos con nuestros ideales, porque siempre hay alguien que corre para no quedarse solo. Por eso, en esta fría noche, escribo con la esperanza de que mi cama sea amable conmigo y me permita dormir sin frío a pesar de la soledad.

Explosión de sabores.

Como mezcla de sabores en una comida, no podía quedarme con un solo plato, la vida me fue armando a base de personas, cada una diferente en su sabor, para que no lograra identificar el gusto por cada una.

Se vuelve difícil tener que identificar lo dulce de una persona, entre otros dulces y ácidos. Podría haberme quedado con el sabor dulce, sin embargo, soy de comida salada.

A todos nos gusta el picante y cuando sabes cómo acompañarlo a tus comidas, hace que cada tiempo tenga un toque exquisito, sin embargo, si usas demasiado puede enfermarte o volver un sufrimiento la hora de comer. Era lo mismo con las personas prohibidas, daban un poco de emoción y hacían que los momentos fuesen únicos, pero sabes que a largo plazo te hará mal.

Mi favorito fue el sabor salado, no era necesario decir mucho para saber lo que me encantaba disfrutar de su textura y la sensación de siempre querer más… Pero, siempre es necesario el postre, después de almuerzo.

Por eso, no me negué a probar diferentes platillos y que ocasionen una explosión de sabores, esperando a que un día pueda encontrar uno que tenga los sabores que me gustan.

Otra tarde.

He salido como todas las tardes a respirar aire fresco, una vez más me he dado cuenta que estás en cada atardecer.

Los atardeceres me abrazan como en las navidades lo hacías tú, siempre espero un poco de esperanza y me la das con esos colores que tanto amo.

Cada color me recuerda a tu bello amor, el rosado del cielo me dice que aunque parezca imposible, siempre estarás a mi lado, viéndome triunfar.

Los días pasan, son años sin ti, pero puedo sentirte en cada atardecer, espero que me veas y te sientas orgullosa de lo que intento construir cada día, pero sobre todo que te des cuenta que mi amor sigue intacto por ti y cada día crece más, apesar de que ya no estás físicamente conmigo.

Junio

Nunca volví a amar así, nadie volvió a ser mi prioridad.

Recuerdas con nostalgia todo lo que hicimos para estar juntos, pero a mi me da nostalgia la niña que fue lastimada con innumerables traiciones, poniendo en riesgo su integridad.

Quieres regresar el tiempo y aprovechar lo que tenías, pero ya es tarde, no puedes recuperar el tiempo para amar de verdad.

Doce años después deseas no haberte ido, pero ya es muy tarde, doce años tarde.

Una pizca de razón

Aunque quisiera cambiarte, somos dos polos opuestos. Tus vicios incontrolables, tus infidelidades y gastos desmedidos, son todo lo contrario a mis acciones.

No quiero clavarte un puñal lleno de palabras hirientes que destacan tus defectos, pero son la base para mis acciones.

Como una receta de cocina, presento los ingredientes para el abandono. 500 gr de dolor, 1 taza de indiferencia, 2 cucharadas de orgullo, 1/2 taza de infidelidad y una pizca de razón, mezcle todo muy bien, hasta que las lágrimas salgan y las maletas estén hechas.

Bendita razón que me ha encaminado a la puerta, gritándome que no merezco tu desprecio y el vacío que siento cada vez que amaneces en otros brazos.

Que la soledad te ampare y te cuide, porque no habrá alguien capaz de soportar tus excesos. Quien lo haga, merecerá un altar o una pizca de razón, porque nadie merece ser tratada como una más.

Te doy un consejo, cuando intentes jugar con alguien, avísale en qué terreno se encuentra,para que no intente cambiarte, porque todos sus intentos serán frustrados ante tu deseo desmedido de aparearte, cual animal salvaje.

Advertencia

Muchos te dijeron que tuvieras cuidado, porque sus besos eran un conjuro, que sus abrazos eran encantadores y sus ojos, estaban llenos de perdición.

Hasta ella te advirtió, pero no hiciste caso, caíste en la trampa de su amor.

Un amor independiente, en donde a ella le gusta brillar, le gusta ser elogiada y sentirse deseada, pero no le gusta dar nada a cambio.

Todo tiene un precio, hasta el amor, pagaste con tu autoestima, porque la viste inalcanzable cuando te enamoraste.

Un día, pensaste que iba a deshacerse entre tus brazos, porque estaba sacando a la luz una parte tierna. Todo era parte del plan, para poder embrujarte un poco más, toda la atención para ti al inicio.

Cruzaste el umbral y no te diste cuenta, pues ibas guiado del compás de sus caderas. Cuando llegaste al final, encontraste varios corazones, todos alguna vez estuvieron llenos de bondad, hoy, solo eran un órgano blanco y sin vida.

Ella en cambio, si alguna vez tuvo bondad, la perdió en esos meses de depresión. Todos cambian, pero a ella la convirtieron en un monstruo, que no quiere amar, solo ser amada.

Anestesia

Cual Doctor en plena operación, con una inyección para el dolor, ojalá pudiera no sentir el nudo en la garganta.

Que me inyecten anestesia, mientras espero el efecto, tendría la esperanza que pronto pasaría el dolor de tu traición.

Es acá cuando recuerdo lo feliz que era antes de conocerte, pero si no hubiese sido así, no estaría escribiendo, porque no hay otra forma de curar el dolor.

Sería bueno cerrar los ojos y que todo desapareciera por un momento, porque después de un instante, estaría de pie nuevamente.

Con anestesia podría flotar, para ver todo desde otro ángulo y dejar de sentir que el pecho me quema, que no puedo respirar porque un quejido obstruye mi garganta.

Pero, ¿qué sería la vida sin esta sensación? Gracias, por recordarme que aún siento, que mis sentimientos no son indiferentes ante lo que sucede a mi alrededor.

Fantasmas

El frío de tu ausencia actúa como ladrón y se lleva mis ganas de estar en el calor de mis almohadas.

Quién diría, antes deseaba que no llegara el medio día, porque tu mirada me suplicaba tenerme al lado.

Con el café en la mano, me doy cuenta que tendré visita, mis recuerdos son compatibles con la cafeína y se hacen presentes en cada gota.

Los fantasmas del pasado me reprochan tu partida, porque en su momento fui yo quién no quiso quedarse.

Como jueces comienzan a sentenciarme por las veces que rogué que no te acercaras a mí, también me suman los días que desaparecía, porque el alma estaba en otro ser.

Decían que me merecía otros años de sufrimiento, por las veces que cerré los ojos imaginando que eras otra persona. En mi defensa, no podía decidir a quién regalarle mis suspiros.

Los tiempos no son perfectos, no me culpo de tu ausencia, solo de los momentos que pudieron ser.

Quizá no tenga idea de cómo recuperarte, pero ya sé que mi sentencia es aprender a olvidarte sola, porque los cuerpos no borran lo que las caricias dibujaron.

(Arxont, 2015)

Encontrarme

Después de tanto, he decidido regresar, sin miedo por el qué dirán. Tengo un par de años más, no gané peso, pero sí experiencias.

En una noche de noviembre con la luz en mi espalda, una buena canción sobre la melancolía, la soledad me dijo que regresara. Porque no hay nada mejor que encontrarte, en realidad, no me perdí. Intenté ahogar un par de palabras con trabajo, un par de versos con unos besos, cambié a mis lectores, por atardeceres inspiradores.

Me encontré sentada en el rincón de mi mente, con demasiados escritos acumulados, con los sentimientos en la garganta y los ojos vendados, porque si no ves, no puede dolerte, pero se me olvidó que las palabras también duelen, aunque no vea las mentiras, las puedo sentir como un puñal en la espalda que atraviesa mi ser.

Me encontré con una mujer de apariencia madura, pero con el mismo miedo de la niña de quince años, porque sentir no te hace débil, te fortalece como persona

Me encontré intentando ser real, sin una parte de mí.

Pradera

Que el silencio del mundo logre envolverte, para que puedas comprender la maravilla de la soledad. Ese fantasma que te abraza cuando todos se van, el que logra consolarte cuando todos te han herido. Donde reina la paz y el silencio sobresale.

Que tus amaneceres se inunden de paz, como la pradera que visitabas de niño. La tranquilidad que te inundaba en el camino, la felicidad que sentías al apreciar la mezcla de colores que el paisaje te ofrecía.

Cuando tienes paz, recuerdas los momentos felices a lo largo de tu vida. Comenzarás a tararear la canción que tanto te gusta o simplemente te quedarás viendo al cielo.  Todo irá tan despacio, que desearás llevarte la paz de la pradera a tu casa. Pero es imposible, así como es difícil que no pienses en mí cuando la soledad te abrace.